La esperanza de vida de los españoles bajará 3 meses tras la pandemia del coronavirus
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La pandemia del coronavirus tendrá un impacto directo en la esperanza de vida de los españoles. Según expertos consultados por OKDIARIO, esta estadística en nuestro país puede bajar en tres meses tras los datos de mortalidad de este año.
España ha estado a la cabeza internacional de longevidad junto a Japón o Suiza. A continuación, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, están Australia, Francia y Singapur. Pero tras la crisis de la Covid-19 los cálculos de la esperanza de vida de todos los países pueden verse alterados.
Jesús López Fidalgo es presidente de la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa (SEIO) y explica a OKDIARIO que, según sus cálculos preliminares, la esperanza de vida en España pasará de 83,5 años a 83,2 años. Es decir, entre tres y cuatro meses menos.
Este experto matemático, profesor en la Universidad de Navarra y director del Instituto de Ciencia de los datos e Inteligencia Artificial, subraya que, en todo caso, se trata de una estimación muy provisional. «Por los datos que he visto y que habría que verificar mejor, la media de los que fallecen por coronavirus es algo inferior a los 80 años, aunque parece que va bajando. Con estos datos y suponiendo que a final de año hayan muerto por coronavirus unas 40.000 personas, la esperanza de vida bajaría este año de 83,5 a 83,2 años», expone.
En nuestro país ya hay más de 30.000 muertos confirmados por coronavirus sumando los datos que ofrece el Ministerio de Sanidad y los de la Generalitat de Cataluña y la Comunidad de Madrid que el Gobierno central no quiere sumar. A esto hay que sumar los fallecidos adicionales que constan en los registros civiles. Según ha comprobado el Instituto de Salud Pública Carlos III, hay días donde la mortalidad sobre la media esperada en base a los últimos años es de 500 decesos más al día de los que reconoce Sanidad a causa del coronavirus. Todos estas pérdidas humanas ‘de más’ modificarán el cálculo la esperanza de vida.
Por otra parte, desde la oficina de la SEIO en Madrid explican que la esperanza de vida es un cálculo que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) y son cálculos actuariales que llevan un protocolo muy claro. Se realizan con un retraso temporal importante. Por tanto, para tener un resultado exacto y observar el impacto concreto del coronavirus habrá que esperar más de un año.
«Un retroceso sin parangón»
Desde el punto de vista histórico el profesor universitario Felipe Debasa señala que «el logro social más importante del siglo XX, por encima de cualquier otro, es haber duplicado la esperanza de vida en muchas partes del planeta».
Recuerda que «la esperanza de vida de los romanos era de 30 años. En los 2.000 años siguientes, a comienzos del siglo XX, era de 40 años. Esto no significa que los cuerpos biológicos no estuvieran preparados para vivir 100 años. Lo que pasa es que por el camino estaban las guerras, la falta de higiene, las infecciones, la falta de alimentos y el déficit de nutrición. Había que tener mucha suerte para poder llegar a viejo».
En este sentido apunta que «un retroceso en la esperanza de vida supone una merma en los logros sociales de la humanidad». «¿Podríamos haber actuado más rápido en la fase de contención de la pandemia?», se pregunta.
«Conseguir aumentar esta cifra es una responsabilidad social de toda la sociedad en su conjunto. Durante la mal llamada gripe española, se redujo un 25% en un par de años. Pero de eso hace casi un siglo y hay que pensar los medios de entonces. Bajar la esperanza de vida en una era tecnológica e hiperconectada supone un retroceso social sin parangón», zanja.
Matemáticos contra el virus
Al igual que otros muchos ámbitos del conocimiento, los matemáticos y estadísticos se han volcado en la lucha contra el coronavirus. Tal como destacan los profesionales consultados el Comité Español de Matemáticas (CEMAT) ha impulsado la Acción Matemática contra el Coronavirus.
Más de 50 grupos de trabajo de muy diversas especialidades se han puesto en marcha para analizar los escasos datos disponibles. Entre otras, la Real Sociedad Matemática Española (RSME), la Societat Catalana de Matemàtiques (SCM), la Sociedad Española de Matemática Aplicada (SEMA) y la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa (SEIO).
«Lo más importante en este proyecto son los datos, obtener datos fiables, algo que está siendo difícil por las características de la situación en la que nos encontramos. No hay posibilidad de hacer tantas pruebas como son necesarias y los diagnósticos de enfermos como de causa de fallecimiento con toda seguridad se encuentran sesgados. No reflejan la realidad. Los modelos matemáticos son una simplificación de la realidad que nos permite entenderla y realizar predicciones, pero ante datos sesgados el enfoque se complica mucho», apuntan.
Han elaborado una página web donde unen las contribuciones para la modelización de los distintos fenómenos (hospitalizaciones, fallecido, casos, etc.) de forma gratuita. Destacan que «los investigadores están poniendo en común su trabajo de forma altruista y compartiendo conocimientos. Datos, código informático, enfoques teóricos… estos modelos en la empresa privada tienen un coste muy elevado y aquí se comparten».
2.193 muertos en 7 días
Uno de sus principales objetivos es prever los fallecidos de la próxima semana. No hay datos para cálculos a más largo plazo. En este momento, según el citado portal, las estimaciones es un aumento de al menos 2.193 muertos más en siete días. «Hay que ser sumamente cautelosos con estas predicciones», piden.